24.3.14

Amatista

Una melodía canta en mi voz  
tonos de un piano 
que mueren de a poco,
fieles al silencio.
Sus ecos agonizan al cierre de una flor,
Llorando fragancias que derrotan tristezas líricas
y sueños que se niegan a ser soñados.
Algo ensordece los tímpanos de mi destino,
quien ya no reconoce los colores 
de una mirada que vive ajena a las luces.
Pero no ajena al reflejo de un ser 
que nace en la sombra de las flores marchitas.
tu piel suena como violines tocados por ángeles
que cayeron entre nuestra distancia 
aquellos seres alados que oyen el piano de nuestras voces... perdonándonos. 

19.3.14

Sueños despiertos

La frase que todavía ocultas
desespera mientras termino de morir
y tu mirada provoca vientos presos que aveces escapan 
volviéndose suspiros.  
Los sueños despiertan engañando a la noche 
y el beso que espero y finalmente nunca recibo
se hace sueño bajo la piel del bosque y se cristaliza.
Está grabada tu respiración en un eco que trae tu nombre 
y se mimetiza en mi silencio 
que aún con ojos abiertos te mantienes en el mismo lugar
pero en un corazón distinto... en otra ausencia de la irrealidad  
donde danza el frío en tus labios desiertos y
somos observados por los sauces 
ojos de lobo y lluvia.. 
la oscura noche alas de cuervo te abrazan fuera de mi tiempo
para siempre... en un sueño despierto.



 



16.3.14

Auroras

El presente me respira hasta sofocarme.
Haciéndome sentir fuera del mundo, 
pero sin sentir el hedor del miedo caer en su propia noche. 
Sin poder ver las horas que en las auroras se esparcen como neblina.
Al borde del espacio entre el ahora y el después me siento levitar en la inexistencia de mi vacío... 
cuantas lágrimas se estrellaron en el manto de mi sueño, iluminando el espacio que inventó  mi ineptitud para que la soledad doliera menos. 
La noche clausura tu  mirada hasta llegar al amanecer, 
donde el viento no susurra lunas o planetas sin vida.
Resplandeciendo en el fondo de mis ojos, 
se ahoga tu rostro en el olvido de un momento 
que cabe tan sólo en una pagina o en un instante
quizás en un destello...
pero en mi sueño cabe en un día de un millón de años 
en un lugar...
muy lejos de nadie.

12.3.14

Absoluto incierto

El sol se quiebra en los contornos de mi piel 
La vida se deshace infinita en una rosa marchita 
Los silentes sueños perpetuos se queman
en un resplandor ajeno al abisal peso del cielo
donde los brazos de la luz aguardan posar un brillo
en la oscuridad de tu mirada.
La melancolía vaga entre tus lágrimas internas 
bajo tu vieja mascara de fortaleza
tu rostro triste me hace sentir débil 
mientras está eternidad se deforma 
como una flor retorcida creciendo hacia el frío infierno.
La suavidad de tu piel todavía me sujeta 
mientras me hundo en el hechizo trato de pensarte
preguntándome si te ya te he olvidado.


8.3.14

Chronos

llevo la noche dormida en mis manos, 
buscando una voz en la oscura sombra de mi beso 
La piedad del frío arde y me consume despacio 
Mientras en mis ojos abunda la magia donde te reflejas extasiado. 
y el desierto atrapado en el halo de tu pupila te reconoce astro.
Desde los confines del bosque,
te escribo con los credos de mis latidos más profundos,
para que en el viento me escuches hecho palabra.
Para poder alcanzarte allí en el vértice de tu silencio.
donde nace una rosa en mi piel las espinas hieren en la tuya 
donde despierta tu sueño yo respiro para poder sentirte
Para poder alcanzarte donde la noche duerme, 
en tus manos... 
mis manos. 

3.3.14

Hilos de sombra

Estoy sentado, preguntándome qué es la realidad, tenaz en mi inmovilidad, persistente en mi fragilidad y la frugalidad que rige mis días. Derramándome en míriadas de pequeñas muertes complacientes. Hirientes haces de locura que fulgura en lo hondo de la negregura sin cura del fondo de mi alma. Con sus huesos que asoman relucientes y posan un beso de cianuro y de humo en mis labios. Ya no recuerdo a quién amo, ni recuerdo si amé alguna vez. Sólo una sed, una avidez de tener un instante mío, un instante de encuentro cierto con algo... con alguien. Tal vez las palabras sean lo único que existe en el enorme vacío de los siglos, que me arañan el alma con sus recuerdos y sueños desnudos de una noche solar. Pero el viento y la lluvia me borraron como a un fuego, como a un poema escrito en un muro con la tinta de su voz.