Maravillosa estupidez

  A veces el silencio es el mejor escudo para analizar y visualizar quien es la persona que está a tu lado, a veces ni siquiera eso puede ayudar y pasamos de la realización al acto con una ligereza inentendible. A veces desearíamos experimentar que el caminar avanzado es el correcto. A veces me pasa que veo la soledad de la gente como si me volviera espejo de blancanieves, como si viera las migas de pan que ya nadie sigue, como si a veces olvidaran en que punto se perdieron o se olvidaron de ellos mismos. A veces ocurre solo durante un segundo que todo lo ajeno me duele, como si me volviera un espejo. A veces encuentro la felicidad de repente, o tal vez me encuentra ella a mi, como cuando prendo un incienso. A veces me encuentro la felicidad, como si andara todo el día por la casa y me la tropezara de frente. Me gusta esa sensación de tener el alma empapada de besos endulzados de caricias acarameladas y decir una estupidez como por ejemplo te amo, y es que esa estupidez causa estupor, privación de los sentidos.

Efectivamente, es una estupidez MARAVILLOSA.