Amaneciente

Flotando en la tempestad sin tiempo, La madrugada escapa buscando un secreto en el fondo de lo oscuro, allá donde no hay aire y el alba se desvanece a la deriva de donde nacen los días pero jamas brillan sin su imagen amaneciendo ante mí  o  mapas calcinados de una memoria de soles. En la eterna noche  el sueño se pronuncia como tu nombre... sueños. Aquí habré de permanecer para no olvidar la historia y en la niebla desaparecerme. Cuando la memoria  es una realidad que existe fuera de mis ojos pero no puede ser vista por otros y aunque he cruzado esa barrera en la que sientes que ya no estas aquí o formas parte de algo, me gusta pensar que le soy útil al universo, que fundé un lugar que sólo conoce mi inconsciencia, un lugar al que quiero llegar, libre de mi mismo. 

El invierno se marcha y  viajan en el viento todos los momentos, sintiendo el frío de la primavera diciéndome que nada cambiara, que hay una carta no escrita, un destino susurrado, todo los silencios que robados y un breve aliento sobre mi piel que transpira la voluntad de una lluvia de recuerdos. La voz de un pensamiento que cree que aquel que vive entre letras y recuerdos nunca morirá... nunca sera alcanzado por el olvido.  

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