Míseros

[...Perderme a mi mismo me condeno a los mas míseros pensamientos,  ya no se que hacer, creo que nada tiene sentido, e intentando escapar me hundí en el lago de las derrotas, es ahí cuando me perdí. Perdí el sueño, perdí el hambre de descubrir nuevos rumbos, perdí todo lo que alguna vez fue importante. Y no hay nadie que pueda encontrarme, tampoco yo. Las primaveras me marchitan, los veranos me congelan, los otoños me paralizan en sus neblinas, y los inviernos me dejan solo con el terror ceñido en mi cabeza. A veces todo es como un eco que se calla expandiéndose delante de mis ojos, y no puedo escuchar nada claro, todo lo que oigo son canciones y melodías tristes. Y mi sangre mancha mis poemas, lo cubre todo con el sufrimiento de desangrarse pero no morir jamas. Y mi amor no es el mismo que antes, me hace mal recordar lo mucho que amo, me torturan con sus espinas del ayer. No puedo mirarme a la cara, no puedo verme a un espejo, porque al pararme frente al cristal mi reflejo desaparece, se ha perdido dentro del odio que amasa con sigilo mi nombre. En este mundo estoy perdido, en un paraíso de fantasía siniestra, donde soy el niño de la oscuridad al que solo le brillan sus ojos que despiden lágrimas azules, que riegan las grietas del suelo sediento y brotan de ellas rosas del mismo color....]