Las horas muertas

 Suspirando sueño con ver al mundo crecer,  suspirando siento la caricia de una flor y las alas de un pájaro enamorado, el suspiro arrastró mi alma que se desgrama en racimos de impurezas desencontradas. Mi piel y mis huesos sienten el aura de versos escritos en olas de magia, la esencia de aquello que nunca le pude decir, esta desnuda pero estoy al borde del declive y su roce lumínico e invisible sólo es una promesa corriendo a miles de kilómetros lejos de mi. Él es el invierno, el confín del infinito en una estrella lejana, recorro su cuerpo como la nieve que cae en copos de lágrimas brillantes...silente príncipe de un sol en la distancia, en mi corazón habitan tus recuerdos y allí me reencuentro con mis esperanzas. La soledad me dice todo lo que he temido, fantasmas agrietados, rostros difusos, siempre me sentiré solo si tú no estas conmigo, en un mundo de mares vagabundos con nubes de universos perdidos. Suspirando ruego que llegue el último suspiro y llegar a las puertas del país del alma donde todo parece ser alcanzado. Sólo el sueño existe por siempre y esa mínima posibilidad de llegar a la eternidad atraves del pensamiento no existe, por eso quiero escapar, soñar que soy libre,  deseo de todo corazón poder dejar este mundo atrás, elevarme como un ángel en la noche y mágicamente...desaparecer. 

Closing Credits