1.11.10

Pedestal de mi corazon



Tengo tantas ideas en la cabeza que a veces me es complicado volverlas concretas y fáciles de relatar. Hoy por alguno u otra razón no paro de pensar en el pasado escurridizo que a veces me aterroriza y otras veces me llena de calides. Pensaba en las relaciones que ejercemos en la vida y en como nos vinculamos con las personas que en algunas ocasiones se vuelven parte de nosotros como amigos o algo mas, ocupando un pedestal de nuestro corazón. Aquellas que perviven quien sabe eternamente en ellos y otras que no alcanzan el nivel que requieren estos o por pura traición y se marchan con la cabeza gacha y con el alma a cuestas en búsqueda de un nuevo pedestal. Esas perdidas no pasan desapercibidas, no para mi, a muchas personas les dedique mares de agua dulce en honra a su perdida, a veces con muy pocos he exprimido el odio que pocos sacan de mi. Con otros el sabor de el dolor en los labios y el retorcijo en el estomago sintiendo que la mejor parte de vos se aleja y no podes hacer nada al respecto. A muchos les entregue mi mar de agua dulce y ellos me devolvieron perdiendo su dignidad e inocencia ante mi, ante lo mas puro que un ser humano puede poseer. El alma.
Duele, y como duele. Parece como cuando te dicen "amores que matan nunca mueren" y sin embargo sentís que muchas cosas mueren en vos y nadie puede comprender de que estas hablando porque seria medio ridículo decirlo así. Sigue y sigue sonando dentro de vos la asquerosa sencacion de vacío y aquella espelusnante sensacion de soledad que suele hacer que mi cuerpo se tambalee de un lado a otro intentado comprender y aceptar que la perdida es "POR EL BIEN DE TODOS".
Con el tiempo, uno logra recuperarse pero aquellos traumas del pasado, esas cosas que atribuyen a nuestro ser a actuar de manera mas cuidadosa con sus pasos es lo que a veces invade mi mente y me deja en un costado como un cero a la izquierda. Pero uno sigue, por una razón u otra sigue. Como cuando cayó, uno sigue porque sabe que nuevamente después de varias caídas va a poder salir adelante, con esa estúpida ilusión en la cabeza uno sigue, no por uno sino por los demás. Para que nuevos pedestales se alsen en la sima de su corazón ocupando aquel vació que hasta ahora ni importantes ni muchos pudieron llenar del todo.