Es un sufrimiento hondo, mas que la eternidad, que desmaya a el alma pero da un instante, un micro segundo de silencio. De esos que acotan los sentidos. En ese silencio solo se oyen mis lágrimas golpeando el suelo donde yazco casi muerto. No sé qué o quien soy. Sólo se que siento algo en el pecho, es como un animal que me parasita, se alimenta de mi llanto y de todo lo que no puedo decir. Es un reptil, un pulpo o un cangrejo. No se. Pero es negro y se aferra a mis pulmones.... Asfixia.... Muerde mi traquea...ahoga...me lastima.
