No hay cárceles peores que las palabras, de esas que se traga la tinta y son digeridas por el papel, para siempre. Yo no digo todo lo que pienso, pero si lo escribo. Y no se si es una virtud o un defecto no poder canalizar mis pensamientos en palabras de la forma en la que lo hago escribiendo...cuando escribir se transforma en una compulsion, una obsesión, ya estas perdido. Mi blog es un espejo, solo se ve en el lo que llevo dentro, lo que muere en mi garganta. Escribir es un talento del que a veces...en realidad no se si tengo talento...pero a veces quisiera deshacerme de el, dejar de ser un subordinado de este monstruo de papel, de este blog tan absurdo que me esta volviendo una persona muda y apática.