4.11.13

El alimento de un beso

Se expande en el absoluto, consumido por relámpagos,  donde el universo es un defecto, allí en la pureza del No-ser. El viento está soplando, lanzando una fútil brisa de sombra y fantasía... de agotados delirios, en el juego inocente de llantos y amores que perfilan el esplendor del cielo en mis ojos tristes. Me desvelo en una eterna causa, a el alimento de un beso, en una boca que en su forma muere. Pero las sombras se alborotan símiles al tiempo, la fantasía se disuelve en una densa ausencia. 
Muy lejos, en la sombra de aquel íntimo bosque rumoroso, morimos solos, oh príncipe en el silencio mas hermoso nos encontramos otra vez, llorando, compartiendo el fugaz fruto hechicero del astro que envidian los enajenados, fugitivos y pensativos en medio de las flores más oscuras. Alma mía, palpitante entre los pinos y tumbas, cuanta paz parece concebirse cuando sobre el abismo una luna reposa y es sueño la libertad y a las mentes desbordabas el cielo canta. 

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