Veo palabras caer del techo. Son como globos de color gris. Descienden sobre las aristas de mi silueta y revientan. dejando caer lágrimas saladas. Poco a poco van inundando la habitación. Mi mundo entero es una inundación de tristeza. Las esquinas de mi esperanza se repliegan sobre sí mismas y se parten en trozos diminutos. Ahora flotan por el mar de lágrimas como barcos hechos de derrotas. Los contemplo con mirada ausente, mientras el enigma de mi existencia rebota contra el vacío en forma de interrogantes. Pero ya no quedan palabras para formular las preguntas... porque las he llorado todas.
Me siento un pasajero en mi propio cuerpo. Mis labios cansados que antes no sabían mentir se encuentran ahora arrojando palabras falsas al vacío. Nadie sabe quien soy. No permito que nadie lo sepa. Porque mi verdad es demasiado terrible. Me asfixio en mi piel, quiero escapar. Pero yo se cual es la única escapatoria, y por ahí no quiero ir. Aunque a veces parezca la única manera. Y quiero arrancarme esta mascara, pero no tengo fuerzas para enfrentarme al mundo sin ella. Yo despojado de este personaje, ¿quien soy?, ¿quien sere?. Tengo mi boca cosida con alfileres y ni siquiera puedo escupir el llanto que aletea en mi garganta... basta.
3 comentarios:
Me encanto esta entrada, me identifique tanto con tu poema.
Lo senti tan mio, tan cerca de lo que me pasa.
hermoso la verdad sgue así (:
un abrazo!
¡vaya que eres genial. Como la persona de arriba dijo, me he identificado con esta entrada. Me dejas sin palabras, como siempre.
Cuesta deshacerse de esa tristeza que nos agarra el pecho y arraiga en los pulmones, pero si te deshaces de ella, no te perderás. Serás tú. ¿No suena bonito eso de vivir en una vida donde tú seas tú mismo?
Espero que estes muy bien, un abrazo muy muy fuerte por todo este tiempo sin pasarme.
Te quiero mucho.
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