Eran
tus labios la tumba más bella o el sepulcro donde se grabo mi nombre
cuando en tu aliento y en el mío se fusionaron los espíritus de ambos, y
ahora permanecen enterrados bajo la tierra de tus palabras todos los
momentos dulces que cayeron de los arboles como manzanas podridas a
fertilizar mi dolor. En la noche he visto volar mariposas grises como
las nubes brillantes que resplandecen tras la luna, he clavado mi
pensamiento allí arriba donde no hay tiempo, y recuerdo el frio extremo
que te obligaba a aferrarte a mi cada noche de invierno que pasábamos
juntos. Era tu piel el camino mas largo que trate de recorrer, buscando
una salida para sacarte del eterno invierno donde tu corazón se estaba
congelando y el mío ardía en las llamas de mi infierno donde no hay aves
fénix que resuciten mis sueños, pero estabas tú y tu ojos, y eran ellos
el lucero mas luminoso y la oscuridad mas temible. Fui tu primero, y tú fuiste mi ultimo, fui tu deseo extiguiendose en las horas, y tú
fuiste mi sueño despierto, mi pasión mas demente, mi razón mas
mortífera para dejar de existir cuando te desvaneciste en la luz del
verano.
28.11.12
27.11.12
siempre en mi memoria

Lo vi desaparecer detrás del consuelo de su propia voz, mi día devoro todo rastro de luminiscencia dejando el lugar donde él se adentro una vez, sumergido en la más profunda oscuridad. Su esencia, la que acaparaba celosamente en mis manos, se desvanecía cada noche y cada noche yo me desvanecía en su ausencia. Yo observaba absorto el final escrito sobre mi cielo, tantos horribles pensamientos flotando entre las hojas muertas que sumergidos en la ventisca invadían la visión que mis ojos no querían contemplar, allí donde mi cuerpo yacía inmóvil, la tierra de este mundo comenzó a tragarme lentamente y cada respiro fue siempre un naufrago mas profundo, cada latido era una condena, cada resonancia de mi voz hecha un débil susurro pedía que regreses a rescatarme de la muerte empecinada en tragar todo rastro de mi existencia. Estuve solo cuando la sangre de mis brazos regó la tierra, y en la oscuridad la mirada de los búhos alumbro mi decadencia, las sombras oyeron cada pedido desesperante porque me ames, y ese amor podrido corto todo signo de vida y desde este profundo pozo del cual se extinguieron las salidas te sigo esperando, sigo esperando a aquellos que también vi desaparecer, sigo esperando a quien a violado mi inocencia cuando era un pequeño lleno de sueños, sigo esperándolos para preguntarles, ¿por que me han hecho esto?
8.11.12
Seres suspicaces

Publicado desde la Clinica de salud mental "Dharma", Gracias a mi doctor, Pablo Enriquez por permitirme escribir en mi blog, y gracias a ustedes por los 300 seguidores y cada uno de sus comentarios, volvere pronto.