27.2.14

Astro cobarde

Veo salir el sol y enfurezco contra el mundo por su osadía al quebrar la oscuridad que me protege. Cada cual forja su mundo. Mi mundo es este blog. Fuera de él está lo desconocido, lo indiferente, que no tengo deseos de explorar. Aquí es donde siento la limitación. Aquí es donde veo lo vano de los esfuerzos humanos. De pronto, me asalta la idea de vivir... me pregunto si vivo. No sé que es vivir. Me siento culpable de no estar en el mundo.
Todos pueden ver mi 'yo' inventado, que se tambalea sobre los contornos de su propia existencia. Aferrándome a los hilos de sombra que en el fondo son los que me sujetan como una marioneta dislocada. Los reflejos están empañados por vahos de decepción y de rechazo. Ya no logro ver quien soy en realidad. Quisiera olvidarme de la negrura que cubre mi mente. Oscuridad en polvo, espolvoreada con malicia. Devolviendo susurros multiplicados por los serpenteantes rincones de mi cerebro. Gritos fantasmas, y lágrimas que arden como el fuego. Puedo sentirlo, me esta destruyendo. Como una enorme garra abriéndose paso desde el centro de mi cuerpo y partiendolo por la mitad. Tan sólo quiero escapar de los limites de mi cuerpo. Encogerme, hacerme minúsculo... y desaparecer.

19.2.14

Circuitos rotos

Mis sueños siempre fueron como agua que se derrama, perdida para siempre. Irrecuperable e imposible de retener entre los dedos. Igual que pájaros salvajes, escapando raudos para volar libres. Nadie podría contenerlos. Y por eso dejé de soñar.
Veo palabras caer del techo. Son como globos de color gris. Descienden sobre las aristas de mi silueta y revientan. dejando caer lágrimas saladas. Poco a poco van inundando la habitación. Mi mundo entero es una inundación de tristeza. Las esquinas de mi esperanza se repliegan sobre sí  mismas y se parten en trozos diminutos. Ahora flotan por el mar de lágrimas como barcos hechos de derrotas. Los contemplo con mirada ausente, mientras el enigma de mi existencia rebota contra el vacío en forma de interrogantes. Pero ya no quedan palabras para formular las preguntas... porque las he llorado todas. 
Me siento un pasajero en mi propio cuerpo. Mis labios cansados que antes no sabían mentir se encuentran ahora arrojando palabras falsas al vacío. Nadie sabe quien soy. No permito que nadie lo sepa. Porque mi verdad es demasiado terrible. Me asfixio en mi piel, quiero escapar. Pero yo se cual es la única escapatoria, y por ahí no quiero ir. Aunque a veces parezca la única manera. Y quiero arrancarme esta mascara, pero no tengo fuerzas para enfrentarme al mundo sin ella. Yo despojado de este personaje, ¿quien soy?, ¿quien sere?. Tengo mi boca cosida con alfileres y ni siquiera puedo escupir el llanto que aletea en mi garganta... basta. 



Incendio interno

Esperé tantas noches que mis soles fueron lunas.
Esperé y esperé por vos en los días eternos 
y quise morir porque volviste sin besos y te fuiste sin despedidas 
y no hago más que equivocarme por extrañarte y quererte de más. 
Esperé como viento seco deseando la vida que se desliza en la ausencia dorada
Esperé como si el tiempo fuese el comienzo de un primer vals 
y las lagrimas se acabaron un día pero no los diamantes en mi mirada 
y yo te quiero aún como a nadie
Esperé incluso ausente y en mi condena que es errar 
abandonado bajo una luna incandescente de una soledad sólo esperada en el desierto
Esperé y esperé hasta mutilarme el alma y besar el vacío 
en una noche efimera que olvidaste en tus sueños...
en la oscuridad de una ciudad dormida. 

17.2.14

Espinados espectros

Bajo la caricia cruel de la luna
beso a la nada que llora sinfónica hasta la afonía   
abandonando la finitud de mi aliento
vuelvo a enredarme en la telaraña que tejen mis dedos.
He Conocido la soledad, 
en un desierto como un bosque de espinados espectros
donde nuestra noche honda, las espinas nos hieren 
persiguiendo espejismos en tu voz,
lloro...
intentando ahogarte en los charcos oscuros de mis letras,
me  muero despacio. 
En un cúmulo enorme de medianoche  
te pienso desnudo en la tierra iracunda de sueños rotos.
Mis labios rompen el viento en tu piel estrellada de luces
que alzan contra la gravedad de tu belleza,
una calma oscura en la que tampoco logro dormir.
Pero las sombras por fin me dejan ver el final de la noche
y te veo, hermoso mío, al que miro furioso ,
esta noche preguntándome:
¿por qué?  

10.2.14

Nobles sinfonías

Qué sensación tan profunda de desolación me invade... aún escucho el intenso aullido de los lobos rasgando mis oídos y puedo observar impotente el bosque sembrado con mis lagrimas y sangre. He cerrado mis alas a la vida en está lucha encarnizada, mi rostro se confunde entre un mar purpúreo y mi cuerpo acaricia la tierra para la eternidad. Mis ojos vacíos resienten la vista de aquél paisaje oscuro y putrefacto. Mis manos temblorosas sueltan sin resistencia alguna, los recuerdos que mi mente sostenía con firmeza. Algún sentimiento intruso se cola por las grietas de mi alma y sólo sigo negando lo peor que hay en mí, y sigo alimentando esa oscuridad que no muere, no cesa, no puede ser frenada... se que pronto la maleza me cubrirá por completo, aunque mis ojos se nieguen a contemplar la oscuridad que me absorbe y aquella luz lejana que resplandece a los lejos; pronuncie mi nombre que muere en el silencio. Aquella luz que  banaliza el dolor que arrastro, porque estoy hecho del mundo que deshice,  a solas y sin mí... siendo el recuerdo de un futuro que mira su reloj en una noble sinfonía. 
  
 

6.2.14

Luminarios

Despierto dormido cada noche entre tus brazos, sofocado por la garra solitaria de la derrota espinosa y cruel puedes ver en mis lagrimas todo el silencio del abandono. Y sabes que en ese sueño no todas ellas nacieron bellas, sufrieron por la llama del dolor. 
Despierto dormido cada noche entre tus brazos, preguntándole al viento donde ha quedado tu voz y si llegara el susurro aquel que cuelgue ese momento en la eternidad para alcanzarte  con toda la gratitud de haber llegado a aquel punto en que mi vida tendrá el mejor de los sentidos. Te perfumaría las palabras, te abrigaría los miedos.
Despierto dormido cada noche entre tus brazos, y los lobos solitarios encienden fuegos en el bosque bajo el chubasco de la trampa infinita... alimentando cuervos con nuestros corazones robados, nos observan desde las sombras con ojos sangrientos, con una luna distante deshabitada esa que camina desgarbada contigo... con nosotros. 
Despierto porque tuve que perder y he perdido, caminé siempre solo a mi propio ritmo, hable con los arboles desnudos, compre tiempo, regale mis leyendas que escritas encontré en el  barro, mire a las rosas marchitas de mis sueños apenas recordados. Despierto porque tengo una carga de tristezas que me hacen el paso lento, la mirada cansada de caminos, los ojos cerrados de regresos, y unos ojos marrones que se fueron. Tengo algunas risas de un sol que se extinguió en el destierro y ese frío que permanece haciéndome sentir débil e insignificante. Pero ser libre me tiene encadenado porque ahora pienso que nada retorna y sonrío... por los momentos extraviados  en tu mirada.

4.2.14

Envuélveme

A veces me  observo  en la oscuridad,
tocando fondo en unos ojos aún más oscuros que la misma, 
esos que rellenan el silencio con presencias vacías. 
Que recogen mis excesos dejándome correr en el tiempo...
porque esperar aquí,  es como ser las manecillas de un reloj sin cuerdas.
Llegando tarde a mi vida me hundo en el misterioso tono de una mirada que se cierne sobre la mía,
y casi puedo oír su voz susurrándome desde lo más profundo, que cada uno de mis comienzos tiene la inocencia de no saberse final.
Despiertan las sombras y me envuelven, 
en un escalofrió prohibido que no lleva letras ni palabras que alguien pueda comprender.
Ni trozos de esperanza que queden después de otra noche.
Empañada mi visión por las lagrimas del sauce, a veces te observo... desde la oscuridad.
Desde el temor a encerrarte en una herida que jamas pueda sanar. 

1.2.14

Profundidades insondables

El reflejo del silencio es la soledad.
Mi  alma se viste de silencios que piden ser desnudados.
Y debo elegir vivir entre el recuerdo o el más profundo olvido.
Nadie me obligo a volar, todo cielo parece pequeño mientras me rompo despacio... será verdadero el sueño que veo al cerrar mis ojos.
La noche se expande en mi interior dejando a el alma extenuada, 
con plumas que crecen para hacer volar a los demás
y distancias que te oprimen el pecho.
Me aferro a ti, sabiendo que no debo escribir con el corazón mientras latan mis dedos. 
Porque deberías ser palabra y no letra, 
tendrías que volar y no permanecer, 
tendrías que ser silencio...
y no quedarte indeleble en la batalla interior entre lo que sueñas y necesitas.
El eco deja a nuestras voces vivir un instante más.
La silueta de mi pensamiento se encarniza en una estrofa de palabras ausentes. 
y en cada punto donde hago pausa un ancla cae en la profundidad insondable.