4.4.14

Lapso dormitante

Las columnas de la ensoñación se hacen polvo,
en aquel lapso dormitante 
el hechizo se vuelve fatal.
Pero hay algo atemporal adentro 
que implora lo desierto y lo desnudo 
el ardor y la pasión, la sed y la muerte,
ocultándose en la noche sonámbula
guardando el enigma receloso.
Me detengo con el tiempo para cerrar los ojos,
pero el veneno me mantiene aferrado a fantasmas eternos...
Soy el habitante secreto de aquellos deseos 
libres en mi inconsciente besando mi sombra.
Los oniros se personifican mil veces,
y mil veces te pierdo para volver a encontrarme,
precioso y azul tendido en el fondo de mis manos 
bajo siete capas de mares. 
y allá voy presuroso, girando con el viento
por donde pestañea la noche 
al mar inmenso de tu abrazo 
y de allí es de donde volare luego 
en bandadas de miedo hasta tus ojos 
para descansar en tu pupila 
viendo mi imagen volviéndose real 
sobre tu cuerpo.

2 comentarios:

Inés de hueso dijo...

Absolutamente precioso.

dijo...

A veces desearía poder ver las cosas con más claridad, volver a sentir, aprender a vivir, por qué cada vez me parece todo más lejano y no los hay que me quieren despertar.

Saludos.