2.4.14

Versos del aire

Mi memoria se ahoga en el llanto de sus recuerdos
pudiendo sentir una herida de la que se escapan ángeles marchitos
Mi piel se desnuda hasta los huesos corroídos
dejando flotar las cenizas de alguien quien fue espíritu y alma... 
duele como una certeza de luz que baila en los versos del aire.
Se aferra a aquel dolor y lo hace propio
sabiendo que le dolerán los ojos cada mañana que despierte
en el lecho que ha elegido para vivir y morir.
Pero continúa  existiendo sin tener corazón 
aquel que puso en las manos de mi cuerpo 
pero no en las de mi alma.
y ahora el frío de mi cuerpo arde
haciéndolo sentir pequeño junto a una lágrima reflejada,
en el sincero auge de mis penas, de aquel amor extraviado en las fauces de la tristeza.  

 Mi verdadera esperanza guarda en ella el potencial de una fuerza sin diluir que se dirige al vacío.
El vacío es el final, pero es también un principio donde se contienen todos mis sueños fértiles.
Llevándome a un lugar que no es propio, pero al cual me pertenezco profundamente,
un sitio donde la armonia de algo que se compone de dos elementos lo invade todo.

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