5.12.12

Infinita Locura

Cuando arribaron los faros de mi rostro, por donde fluye toda la oscuridad, vieron mi libertad destruida, lamentable y airosa de sentir cadenas sobre sus celestiales deseos, su luz alumbro los recuerdos perdidos, todo mi mundo interior pudriéndose sobre los pétalos grises en una fotografía antigua. Ya no es libre ni una lagrima, no es libre mi piel ni mi cuerpo tembloroso y aterrado, perdido en un sin fin de frases, imaginando todo lo que invente sobre ti y en realidad no existía. Es mi dolor una voz anónima sin dueño, si tu voz alejada trae vientos y suspiros de vida a mi agonizante corazón, pero es esta libertad sentimentalista la que esta asesinando cada uno de los soles derramando su infierno sobre mi, por cada agujero de esa liberación se escapa mi alma contaminada, llena de semillas insidiosas por donde puede brotar un baobab capaz de destruir mi frágil suelo, el que me sostiene para no caer a la infinita locura de haberte perdido. Del humo negro de esta ardiente quema de emociones llueven derrotas, caen en mí los faros  de tu rostro por donde fluye toda tu oscuridad, dime, ¿puedes ver mi libertad destruida?.

2 comentarios:

Martin dijo...

Quede maravillado con tu manera de expresarte, hay que leerlo varias veces para entender cada metáfora, pero seria fantástico que tu fuente de inspiración sea otro sentimiento y no algo como lo es dolor y la tristeza. Mis cordiales saludos desde España.

Carolina Campos V. dijo...

Las personas que amamos demasiado, cuando no sabemos como amar, nos hacen sentir tristes, desoladas, porque sentimos que ha muerto una parte de nosotros mismos, el amor es un bello sentimiento pero puede volverse un horroroso sentimiento cuando no sabemos como lidiar con la vida sin esa persona. Esa libertad que dices que se pierde, es la tranquilidad, ya no hay tranquilidad sin el/ella, porque no hemos aprendido a amarnos más a nosotros mismos.

Extrañaba pasarme por aquí,tu rincón siempre ha sido tan profundo y personal, que a pesar de la tristeza plasmada en este blog hay mucha belleza en la sinceridad de tus escritos.

¡Un beso grande Nico, sigue adelante que si se puede!