29.4.11

Campo de mariposas blancas



Lo único que oía era el sonido del agua corriendo por el arrollo mas cercano, me rodeaba un pastizal dorado y algunas flores violetas, el cielo de un tono rojizo de esos atardecederes en los que parece desangrarse me envolvía y dejaba poco a poco el paso libre a la noche, recostado en el suelo podía observar la belleza del cielo... pero un pequeño insecto interrumpió tan majestuosa vista, las mariposas blancas con sus vuelos sin sentido de pronto me rodearon. Fue una extraña sensación, llevaba en mi bolsillo una navaja que con su filo podía acabar con la vida de una persona, con mi vida para ser mas preciso, pero ese hermoso lugar que había elegido para escribir el fin en mi historia era hermoso. Trate por todos lo medios convencerme de que no era mas que otros de mis delirios pensar que el campo de mariposas blancas era una señal de que la vida es hermosa y que soy afortunado que estar aquí en este mundo, pero ese fue siempre uno de los mayores retos a los que me enfrente... no puedo ir en contra de mis delirios.
Una vez mas había fallado, el suicidio es un acto muy difícil de concretar para mi y aunque siempre ame ese campo, a su arrollo, sus pastizales dorados y sus atardeceres rojizos, odie profundamente a las mariposas blancas que con sus destellos de belleza volvieron mas hermoso a ese territorio dorado que elegí para morir.