22.1.11

Pasado, presente y futuro

Ayer fue uno de esos días en los que todo parece escrito al revés, y cada paso que intento dar pone un poquito mas todo patas para arriba. Cuando paresco entender todo, de repente aparece la letra pequeña con la que por supuesto no contaba, y va peor a peor....y llega un momento en el que el día parece que no llegara a su fin. Pero al final termina y recapitulandó te das cuenta de que acabas de vivir el peor día desde que comenzo tu aventura. Nada de lo que tengo a mano parece funcionar y lo que funciona esta demasíado lejos y eso hace todo mucho mas difícil. Ese abrazo que tanto anhelo no va llegar, por eso es mejor cerrar los ojos y dejar que este día termine.
Mis días suenan a final, de los malos, de los finales que no acaban bien, de esos finales en los que muere el bueno y es que hoy en cierta manera he muerto, de forma creo definitiva. A veces creo que en realidad no me mataron si que yo me deje morir. Mi locura transitoria dura media vida y las gotas hace demasiado tiempo que colmaron el vaso. Mi egoísmo me cegó, solo hablo de mi y de mi vida en este blog, de mi felicidad. Algo que permite de paso creo que no esta a mi alcance, no es viable para alguien que nunca ha sido feliz, que ha renegado de su pasado y se ha quejado de su presente, creyendo que lo que traería el mañana le haría mas feliz y así se me va pasando la vida y cuando me quiera dar cuenta, nuevamente sera ayer.
Siento como si me hubiesen arrancado los sueños, o como si los hubiesen cambiado nombre para que nunca vuelva a encontrarlos. Mi vida parece ser una pirámide invertida, en la que a medida que pasa el tiempo y la voy escalando la cúspide va quedando abajo. El otro día di un salto para rozar la cumbre, y ahí estaba yo, en la inmensa base de mi pirámide invertida, sintiendo que había llegado a la cima que nadie mas había buscado y ni siquiera nadie había podido seguirme hasta allá. No se, supongo que  las incertidumbre hacen descarrilar mi rumbo, los objetivos se ven distorsionados y demasiado lejos, hay demasiadas cosas andando al filo de la navaja, esperando moverse cuando las cuchilas empiezan a desgarrar las carnes... y eso, es muy difícil de llevar. Supongo que me cuesta entender todo ese presente que me envuelve por que soy impaciente, me gusta darlo todo, el olor a riesgo, creer en algo e ir por ello (y sin duda recibir resultados), luchar por algo que aunque incierto... indudablemente tiene buena pinta. Pero el estacamiento es algo que va desgastando el alma y ni personal, ni profesionalmente esto tiene pinta de acabarse...
Hoy mi tiempo de reformas empieza a agotarse (al menos hoy lo siento así), la arena del reloj se humedeció con mis lágrimas hasta el punto de dejar de contar las horas y el sonido de mis fantasías empieza a estar desafinado. Me arranque el corazón y ni siquiera duele por que esta empezando a dejar de latir, lo analizo y lo encuentro dividido en dos partes, a la izquierda un gran rotulo reza SENSACIONES, lo desgarro y de el empiezan a brotar recuerdos, momentos, músicas, aromas, sentimientos, besos y palabras, palabras que la intensa lluvia de anoche parece haber arrastrado consigo.
Al lado derecho otro rotulo, REALIDADES, después de abrirle una brecha de punta a punta espero con ansia que me brinde alguna sorpresa. Pero esta nunca llega por que dentro no hay nada, esta vació. Me siento como un chico que tras esperar un regalo impacientemente descubre que dentro no hay nada. Ni siquiera aire que tan bien vendrían en los tiempos que corren.
Fragilidad, no se si es la palabra... pero hoy siento algo parecido, tengo la sensacion de flotar, dejandome llevar por cualquier viento de media tarde... que amenaza con romperme. Ayer por la tarde casi no era capaz de salir de mi cuarto. Es como si de un modo u otro todo me afectara de forma especial y no me siento con fuerzas....
También me cuesta traer a la mente palabras a las que dar forma, para poderlas plasmar aquí en mi blog. Así que... sacare las burbujas de jabón y soplare fuerte... disfrutando de los momentos que permanezcan en el aire, hasta desaparecer ante el mínimo roce, al fin y al cabo, siempre escuche decir, que los buenos momentos no duran mucho, pero permanecen siempre en nuestra memoria. Así que, espero mañana poder despertarme con mas ánimos, con ganas de seguir con todo lo que me rodea y dejar de tener esta sensacion de burbuja transparente, que quiere pasar inadvertido al menos por unas horas.