10.9.11

Deseo perturbado



El filo del cuchillo rasgando mi piel, el deseo de ser lo suficientemente valiente y apretar mas hacia abajo, de llegar a las venas, de que la sangre brote como agua de la canilla y que mi vida se apague como lampara incandescente de esas que duran mil horas. 
Es oscura mi forma de escribir, quizá piensan que estoy demente. Soy egoísta, lo se. No pienso en el mal que pueda llegar a causarles a las personas que me rodean. Pero la depresión es capaz de llevar a las personas hacia las peores decisiones. Estoy enfermo de tristeza y deseo morirme. Y por mas grande que sea ese deseo, aun en mi interior se esconde un pequeño sentimiento de valor hacia la vida, de aferrarme a ella como si tuviera un futuro prometedor, con el que sueño a veces. Y apesar de ser tan pequeño, tan diminuto, no entiendo porque le gana a el deseo de querer terminar con mi existencia. Es paradójico. Es incomprensible. Es estúpido. Son deseos perturbados.

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